
El trastorno presenta una incidencia que se estima en torno al 3,5 % de la población general, más frecuente en hombre que en mujeres y generalmente con inicio en la adolescencia.
Evaluación.
La evaluación del mismo se realiza principalmente mediante un diario del sueño, completados durante al menos 2-3 semanas, excepto en caso de dudosa fiabilidad se pueden utilizar otro procedimientos. (Melatonina, polisomnógrafo)...
Diagnóstico diferencial.
Para realizar el diagnóstico diferencial se descarta: Insomnio psicofisiológico, mala concepción del sueño, trastornos del ritmo circadiano extrínsecos (mala higiene sueño-vigilia) trastorno depresivo y de ansiedad...
Evolución.
En ausencia de tratamiento, en general, el trastorno tiende a cronificarse, también se suele observar una mejora del trastorno en la persona de edad avanzada (tendencia a la fase adelantada)
Fisiopatología.
En la génesis del trastorno se constatan diferentes factores, genéticos, psicológicos (depresión, ansiedad y trastornos de personalidad...) y evolutivos. La frecuencia del inicio del trastorno en la adolescencia se explica por varios elementos: psicológicos, conductuales, (presión social, escolar, parental, ocio...) fisiológicos (aumento de los periodos circadianos, cambio en la sensibilidad a la luz y reducción de la Melatonina).
Tratamiento:
En la actualidad, se aplican distintas técnicas terapéuticas, con mayor o menor efectividad, por separado o conjuntamente, en unidades de sueño o a domicilio (Cronoterapia, Luminoterapia, administración de Melatonina...).Todas ellas pretenden como objetivo, el reajustar el reloj biológico y sincronizar el desajuste del ciclo sueño-vigilia para adaptarlo a un ritmo convencional, socialmente aceptable, minimizando así los efectos asociados al trastorno.
La cronoterapia.
La cronoterapia se considera como uno de los tratamientos de más aceptación .El tratamiento se aplica en unidades de sueño o a domicilio. Consiste en retrasar progresivamente el horario del sueño, hasta conseguir la hora de dormir deseada. Una vez logrados los objetivos y para asegurar el mantenimiento a largo de los mismos, resulta imprescindibles mediante soporte psicológico, implantar rutinas sociales adaptativas, horarios regulares y hábitos de sueño saludables.
El tratamiento mediante cronoterapia, es bastante difícil de llevar a cabo ya que exige una motivación y colaboración máximas. El protocolo de tratamiento consiste en retrasar la hora de acostarse 3 horas cada día, conservando una duración fija de sueño (7-8 h) y eliminando las siestas hasta conseguir la hora deseada a los 7 días ( 3 horas menos que el horario inicial) , los horarios son seguidos estrictamente incluso los fines de semana o durante las vacaciones . Otra variación del protocolo consiste en obtener un ajuste mediante adelanto muy progresivo de la hora de irse a la cama (15 min. al día) (a domicilio), este procedimiento por lo general es menos efectivos, teniendo en cuenta nuestro propio ritmo endógeno que tiende a ser superior a 24 h, por lo tanto es más fácil acelerar nuestro ritmo que ralentizarlo. Dependiendo de los casos se puede adaptar el protocolo .En cualquier caso se recomienda que el despertar debería asociarse con mucha luz y algún tipo de actividad placentera., como pasear... En la fase de seguimiento se pacta con el paciente un horario regular y estable para todos los días de la semana, sobre todo las primeras semanas; más adelante se puede flexibilizar un poco permitiendo al paciente trasnochar con la condición de no levantarse al día siguiente una o dos horas más tarde de lo habitual.
A veces para consolidar los resultados de la cronoterapia, se suele utilizar la Luminoterapia ,técnica que consiste en exponer al paciente por la mañana temprano a una fuente de luz artificial (pantallas de luminiscencia ) simulando la luz del día , ya que la Luminoterapia por sí sola da menos resultados. La Luminoterapia, también se suele utilizar conjuntamente con la administración de Melatonina, de interés limitado pero sirve de complemento a otras técnicas.
Mohammed Jamil El Bahi
Psicólogo/Psicoterapeuta
1 comentarios:
Es lo que siempre he definido así; "De noche no me acuesto, de día no me levanto", es algo muy común en mi familia, a pesar de que las obligaciones nos remiten a unos horarios, lo de dormir a una hora prudente, no es lo nuestro. Yo me crezco cuando el sol se oculta, y no siento sueño, voy a dormir porque es lo que considero que debo hacer, he pasado días y días durmiendo dos o tres horas por noche y al venir el día estaba más fresca que una lechuga, jajajaja... ahora ya no, se ve que con el correr de los años, esa actitud pasa factura y me obligo a dormir, eso si, si no tomo mis pastillas amargas imposible. Ademas hay un dicho, que dice que la cabra siempre tira la monte y es muy cierto, nacida sin remedio, más bien, jajaja he de estar regañándome siempre por ello.....
Te leo siempre, me parece muy ilustrativo, todo lo que nos ofreces... Gracias
Besos
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