martes, 8 de noviembre de 2011

Mal uso y abuso de la voz


Tanto en el abuso como en el mal uso aparece como característica definitoria la hiperaducción de la musculatura intrínseca y extrínseca laríngea, fundamentalmente, acompañada de una excesiva y violenta vibración del pliegue vocal. La fonación en condiciones de una excesiva tensión laríngea provoca, frecuentemente, cambios en los tejidos laríngeos. Al existir cambios en ellos, pueden causar alteraciones de la masa, elasticidad y tensión de los pliegues vocales, la vibración de éstos está negativamente afectada. La disfonía resultante de estos cambios en los pliegues vocales, se caracteriza por ronquera, soplo y/o tono grave.
Un abuso vocal se define como una higiene vocal pobre e incluye cualquier hábito que pueda ejercer un efecto traumatizante en los pliegues vocales. Los ejemplos siguientes son conductas habituales de abuso vocal:
  • Chillar, gritar y aclamar, son todas vocalizaciones producidas por una hiperaducción y una vibración violenta de los pliegues vocales, estas actividades abusivas pueden provocar diferentes grados de irritación laríngea, que se extienden desde la ingurgitación vascular hasta el hematoma.
  • Vocalizaciones forzadas, son producidas típicamente por niños que intentan imitar los sonidos emitidos por máquinas como automóviles, camiones, aviones, etc. Estas vocalizaciones se producen, generalmente, con un grado de intensidad en tono agudo y con la laringe en estado de hiperaducción. Las vocalizaciones forzadas también son frecuentes en los adultos.
  • Hablar excesivamente. La cantidad de producción vocal que puede obtenerse sin forzar varía de un individuo a otro. Las personas que deben usar su voz profesionalmente o que hablan de forma incesante son las que posiblemente desarrollan patologías laríngeas debidas a un uso excesivo de la laringe. Las diferencias constitucionales, probablemente, cuentan mucho para explicar las diferencias de grado de deterioro hallado en diferentes laringes.
  • Uso frecuente de un ataque glótico duro. Un ataque glótico duro se produce al aducir los pliegues vocales antes del inicio de la espiración y elevando una presión de aire subglótico hasta que se termina en una explosión abrupta que inicia la producción de vocales. El uso glótico duro puede producir lesiones serias que incluyen una laringitis crónica, nódulos vocales o pólipos laríngeos.
  • Excesiva aclaración de la garganta y demasiada tos. Aclarar la garganta y toser son actividades no locutivas que pueden dañar la laringe. Un uso excesivo de estas conductas hace vibrar explosivamente los pliegues vocales y puede ocasionar un traumatismo en ellos.
  • Inhalación de polvo, humo del cigarrillo y gases nocivos, es otra actividad no locutiva que puede dañar de forma preocupante la laringe.
  • Cantar con una técnica vocal inapropiada o en condiciones abusivas del ambiente.
  • Hablar de manera abusiva, cuando los pliegues vocales se hallan en condiciones debilitadas.
Entre los principales casos tenemos:
  • Cuando los pliegues vocales están enrojecidos o hinchados debido a una alergia o a una infección respiratoria de la vía superior, en estas ocasiones los pliegues vocales están excesivamente sensibles y pueden ser fácilmente dañados.
  • Los pliegues vocales pueden ser también afectados por el ciclo menstrual de las mujeres, con la aparición de una aspereza y un descenso del tono, debido a la disminución de los niveles de estrógeno y progesterona.
  • También los pliegues vocales son muy sensibles en período de sequedad, resultante del uso de antihistamínicos y, en ocasiones, píldoras anticonceptivas.
Un mal uso vocal se define como un uso incorrecto del tono y de la intensidad en la producción de la voz. Si una persona usa mal su voz, puede aparecer un daño en sus pliegues vocales. Las causas que provocan el mal uso vocal son:
  • Utilizar una intensidad vocal elevada al hablar en situaciones con altos niveles de ruido ambiental, como mientras viajamos en coche, cuando se está cerca de una maquinaria pesada, mientras se usan equipamientos motorizados deportivos, mientras se escucha música rock, etc.
  • Los niveles elevados de tono tienen tendencia a aparecer como consecuencia de niveles elevados de intensidad.
  • Una elevación de la intensidad y del tono vocal puede ocurrir por varias razones, como consecuencia de una tensión emocional, generalmente acompañada de una excesiva tensión muscular que afecta directamente a la laringe; en otros casos, son fruto de trastornos de la personalidad o, en ciertas ocasiones, simplemente por hábito inadecuado.
Carmen Irene Jiménez Bujalance
Psicóloga / Logopeda
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2 comentarios:

Club Español de Ender Thomas dijo...

A ver si te hacemos caso y bajamos el tono de voz, vocalizamos y tomamos aire. No se porque me ha salido el club de fans soy yo Mª. Teresa Galán. Un beso.

averroes dijo...

Estoy completamente seguro de ello,gracias por tenerte por aquí.Un beso.

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