lunes, 6 de abril de 2015

Cómo manejar el síndrome de Burnout o estrés laboral

La mayoría de las personas en algún momento de su vida han experimentado la presión del estrés asociada al trabajo. Incluso aunque tengamos la suerte de disfrutar con nuestra labor cualquier empleo puede presentar elementos estresantes.

El estrés se define como un conjunto de reacciones físicas y mentales que sufre el trabajador cuando se ve sometido a diversos factores externos, que superan su capacidad para enfrentarse a ellos.

En realidad, el estrés es una respuesta fisiológica natural del ser humano, pues actúa como un mecanismo de defensa que prepara a nuestro organismo para hacer frente a situaciones, que presentan un nivel de exigencia superior o que se perciben como una amenaza. El problema se da cuando esta respuesta natural del organismo se activa en exceso porque los estímulos, al ser demasiados, sobrepasan el límite de la persona y se prolongan en el tiempo hasta causar problemas de salud en la persona que lo sufre.

La APA (American Psychological Asociation- Asociación Americana de Psicología) identifica una serie de factores que suelen darse en el lugar de trabajo y que pueden desencadenar estrés laboral tales como: percibir un bajo salario, soportar cargas de trabajo excesivas, pocas oportunidades de crecimiento dentro de la empresa, trabajo poco estimulante, falta de claridad y demandas contradictorias, falta de control en las tareas o decisiones, entre otros. 

Síntomas de estrés laboral
En la organización:
Absentismo, elevada tasa de rotación de personal, falta de puntualidad, problemas de disciplina, acoso, disminución de la productividad, accidentes, errores y aumento de los costes de indemnizaciones o de atención sanitaria.
En la persona:
  • A corto plazo: dolor de cabeza, dolor de espalda, problemas de sueño, irritabilidad, falta de concentración, agotamiento, problemas familiares, etc.
  • A largo plazo: ansiedad, depresión, insomnio, enfermedades cardiovasculares, debilitamiento del sistema inmunológico, etc.

Además de estas reacciones fisiológicas, cognitivas y emocionales también se presentan alteraciones conductuales (consumo de drogas, alcohol y tabaco; comer en exceso o poco, etc.), que agravan aún más el problema.

Con el fin de aprender a manejar el estrés laboral de forma que no perjudique su salud, existen una serie de recomendaciones las cuales detallamos a continuación:


  1. Identifique aquello que le estresa en el trabajo. Utilice un diario durante una semana o dos para identificar qué situaciones le crean más estrés y cómo responde a ellas. Registre sus pensamientos, sentimientos e información sobre el ambiente, incluyendo las personas y circunstancias implicadas, la situación física y cómo reacciono. Esta técnica puede ayudarle a identificar patrones de estrés y factores desencadenantes.
  2. Desarrolle respuestas saludables. En vez de intentar combatir el estrés con comida, alcohol, etc. elija opciones saludables cuando sienta que sube su tensión. Hay diversos métodos saludables que puede llevar a cabo para combatir el estrés: realizar ejercicio físico, dejar tiempo para disfrutar de sus aficiones o aquello que más le gusta hacer, crear hábitos de sueño sanos, etc.
  3. Establezca límites. En el actual mundo de las nuevas tecnologías es fácil sentirse angustiado ante la posibilidad de estar disponible las 24 horas del día, por ello es fundamental que establezca límites entre vida profesional y personal. Esto podría significar no consultar el e-mail desde casa o no contestar al teléfono horas después de terminar la jornada laboral. Fijar límites claros entre la vida laboral y personal reduce el estrés asociado a los posibles conflictos de conciliación.
  4. Tómese un tiempo para descansar. Para evitar los efectos negativos del estrés crónico y el cansancio laboral necesitamos tiempo para recuperarnos y volver al nivel de rendimiento anterior al estrés. Este proceso de recuperación requiere “desconectar” de la actividad laboral cuando no se está trabajando. Siempre que sea posible tómese su tiempo para descansar y relajarse.
  5. Aprenda a relajarse. Los ejercicios de respiración profunda, las técnicas de meditación, etc. pueden ayudarle a liberar estrés. Comience con unos pocos minutos cada día para centrarse en una actividad simple como la respiración, caminar o disfrutar de una comida. La habilidad de ser capaz de centrarse de forma consciente en una única actividad sin distraerte se volverá más fuerte con la práctica y descubrirá que puede aplicarla en muchos aspectos diferentes de su vida.
  6. Hable con su jefe. Los empleados saludables suelen ser más productivos por lo que su jefe tiene en este sentido un incentivo claro para crear un ambiente de trabajo que promueva el bienestar de los empleados. Empiece por establecer una conversación abierta con su jefe. El propósito no es presentar una lista de quejas sino comenzar con un plan eficaz para controlar aquellas situaciones de estrés que haya identificado para poder realizar mejor su trabajo.
  7. Consiga algunos apoyos. Contar con la ayuda de amigos de confianza y miembros de la familia puede mejorar su capacidad para manejar el estrés. En su empresa podrían existir recursos para controlar el estrés como por ejemplo un programa de prevención de riesgos laborales en el que se incluya un protocolo de actuación sobre el estrés laboral con información, consejos y casos en los que se aconseja la derivación a profesionales de la salud mental, si fuera necesario. 


Si a pesar de seguir las pautas indicadas continúa sintiéndose sobrepasado por el estrés laboral, se recomienda acudir a un profesional de la psicología para ayudarle a manejar el estrés y cambiar el comportamiento no saludable.

Mª Concepción Torres Gutiérrez
Psicóloga
Col: Nº AN-07028




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