La característica principal de la persona que sufre TAG es la preocupación (pensamientos continuos sobre el peligro futuro que se experimentan como aversivos y relativamente incontrolables) de forma excesiva y expectativas aprensivas sobre una amplia gama de situaciones de la vida cotidiana (laboral, salud, familia etc.). Este tipo de ansiedad se refleja fisiológicamente mediante tensión, malestar, fatiga, irritabilidad y alteraciones del sueño. Conductualmente mediante evitación y cognitivamente se caracteriza generalmente por la tendencia a sobrevalorar la probabilidad de que ocurra un suceso temido e por la infravaloración de los propios recursos de afrontamiento.
A diferencia de otros trastornos de ansiedad, la persona con TAG no teme a una situación, sensación u objeto presentes, sino a amenazas futuras de baja probabilidad. Son personas más orientadas al futuro que al presente, mentalmente dedican buena parte de su tiempo a evaluar aspectos futuros potencialmente aversivos y amenazantes para ellos o para los suyos. Se caracterizan por tener una visión catastrófica del mundo que les rodea, buscan permanentemente seguridad.
Según el modelo de Dugas y colaboradores, (2002) las personas con TAG, presentan una alta intolerancia a la incertidumbre (factor de vulnerabilidad cognitiva), lo que les predispone a pasar de la preocupación adaptativa a la preocupación excesiva e incontrolable. En su tendencia a sobreestimar la utilidad de la preocupación, mantiene la creencia de que el preocuparse reduce la probabilidad de los acontecimientos negativos, para estas personas ,y como señala (Sibrava y Borkovec , 2006), “el mundo es un lugar potencialmente peligroso, y quizás yo no pueda afrontar lo que llegue a ocurrir, así que tengo que anticipar todo lo malo que pueda ocurrir de modo de evitarlo o prepararme para ello” citado por Eduardo Keegan Revista Argentina de Clínica Psicológica .p.p. 51 Vol. XVI, Abril 2007.
Debido a su preocupación excesiva las persona afectadas por el TAG perciben más situaciones amenazantes, debido a su modo vigilante de afrontamiento (Dugas y Ladouceur 2002) , presentan un nivel de bajo umbral en su percepción de la ambigüedad y reacciones intensas ante situaciones ambiguas que retroalimenta más aún su incertidumbre y por lo tanto su nivel de preocupación , anticipación ansiógena , evitando las situaciones amenazantes . Su orientación ineficaz frente a los problemas, tiene que ver con un estilo cognitivo que interfiere con las habilidades y recursos con las que cuenta la persona, más que con su capacidad de generar y elegir soluciones.
Generalmente se caracterizan por la falta de confianza en sí mismos y en los recursos de afrontamiento, lo que favorecerá la sensación de incontrolabilidad de las demandas ambientales. Puede tratarse de personas tendentes al perfeccionismo, inseguras de sí mismas.
El principal objetivo en el tratamiento en TAG, sería lograr que la persona se preocupe menos por las cosas y de manera más realista, afrontando mejor las situaciones amenazantes. Como objetivos específicos destacaríamos los siguientes:
· Proporcionar información sobre el cuadro y sobre las métodos a emplear y explicar la conceptualización de la ansiedad, sus manifestaciones (cognitivo, fisiológico, y motor) y la importancia que tiene el pensamientos en la génesis de la misma.
· Reducción de las molestias de tipo físico ocasionados por la ansiedad, disminuyendo el alto nivel de activación mediante técnicas de desactivación (relajación y respiración lenta).
· Eliminación de las cogniciones negativas responsables de las preocupaciones excesivas mediante técnicas cognitivas y estrategias para poder detectarlas a tiempo y afrontarlas (discusión, autoinstruciones etc.).
· Exposición a las situaciones a las situaciones imágenes o pensamientos temidos, para resolver el problema de evitación como factor de mantenimiento de las preocupaciones.
Mohammed Jamil El Bahi
Psicólogo/Psicoterapeuta
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