La autoestima es
el sentimiento de aceptación y aprecio hacia uno mismo, que va unido al
sentimiento de competencia y valía personal. El concepto que tenemos de nosotros mismos no es algo heredado, sino aprendido de nuestro alrededor, mediante la valoración que hacemos de nuestro comportamiento y de la asimilación e interiorización de la opinión de los demás respecto a nosotros.
La apreciación y la autovaloración de cualidades y aptitudes dan como resultado una imagen de uno mismo positiva o negativa según la autoevaluación que se hace de sí mismo y en comparación a ideales que valora de forma positiva.
La apreciación y la autovaloración de cualidades y aptitudes dan como resultado una imagen de uno mismo positiva o negativa según la autoevaluación que se hace de sí mismo y en comparación a ideales que valora de forma positiva.
La autoestima influye sobre la persona en: cómo
se ve, cómo
se siente, cómo piensa, cómo se comporta, cómo se relaciona con los demás, etc.
Su importancia radica en que nos impulsa a actuar, a seguir adelante y nos motiva para
perseguir nuestros objetivos.
Componentes de la autoestima
En el concepto que tenemos de nosotros mismos (autoconcepto)
intervienen varios componentes que están interrelacionados entre sí: la
variación de uno, afecta a los otros.
Componte cognitivo: es el componente informativo de la autoestima.
Constituye las ideas, opiniones, creencias, percepciones y el procesamiento de
la información exterior. Basamos nuestro autoconcepto en experiencias pasadas,
creencias y convencimiento sobre nuestra persona.
Componente afectivo: es el componente emocional o sentimental de la
autoestima. Se aprende de los padres, de los maestros y de los iguales. Es un
juicio de valor sobre nuestras cualidades personales. Implica un sentimiento de
lo agradable o desagradable que vemos en nosotros.
Componente conductual: es el componente activo de la autoestima.
Incluye el conjunto de habilidades y competencias que posee cada persona al
demostrar su actitud al exterior.
Factores que determinan el
autoconcepto
La actitud o motivación: es la tendencia a reaccionar
frente a una situación tras evaluarla positiva o negativa. Es la causa que
impulsa a actuar, por tanto, será importante plantearse los porqués de nuestras
acciones, para no dejarnos llevar simplemente por la inercia o la ansiedad.
El esquema corporal: Supone la idea que tenemos de
nuestro cuerpo a partir de las sensaciones y estímulos. Esta imagen está muy
relacionada e influenciada por las relaciones, las modas, complejos o
sentimientos hacia nosotros mismos.
Las aptitudes: Son las capacidades que posee una
persona para realizar algo adecuadamente (inteligencia, razonamientos,
habilidades, etc.).
Valoración externa: Es la consideración o apreciación
que hacen las demás personas sobre nosotros. Son los refuerzos sociales,
halagos, contacto físico, expresiones gestuales, reconocimiento social, etc.
TIPOS DE AUTOESTIMA
Autoestima
positiva o alta
Está
constituida por dos importantes sentimientos: la capacidad (de que se es capaz)
y el valor (de que se tiene cualidades). Esta actitud deriva en la confianza,
el respeto y el aprecio que la persona se tiene a sí misma.
Características
de la persona con alta autoestima:
- Se siente bien consigo mismo.
- Tiene una imagen de sí mismo equilibrada, teniendo en cuenta sus limitaciones y capacidades.
- Sabe qué cosas pueden hacer bien y qué pueden mejorar.
- Lucha por alcanzar lo que quiere.
- Se interesa por nuevas tareas.
- Muestra una respuesta asertiva y empática.
- Supera sus problemas o dificultades personales.
- Afianza su personalidad.
- Mayor equilibrio emocional.
- Confía en su opinión.
- Favorece su creatividad.
- Es más independiente.
- Tiene más facilidad en las relaciones interpersonales.
Autoestima baja
Una autoestima baja produce
sentimientos de inferioridad, insatisfacción y actitudes negativas sobre las
aptitudes que uno tiene y falta de confianza en sí mismo.
Características
de la persona con baja autoestima:
- Está insatisfecho consigo mismo.
- Falta de credibilidad en sí mismo, inseguridad.
- No valora sus talentos.
- Atribuye a causas internas las dificultades.
- Tiene pensamientos negativos hacia su persona.
- Desciende el rendimiento.
- No alcanza las metas propuestas.
- Se siente infeliz, triste.
- Falta de habilidades sociales para resolver situaciones conflictivas.
- Adopta una actitud pasiva o agresiva.
- No se realiza críticas constructivas y positivas.
- Sentimiento de culpabilidad.
- No le gusta relacionarse con los demás.
- Incremento de los temores y del rechazo social, y, por lo tanto, inhibición para participar activamente en las situaciones.
Existe
una tercera opción que se conoce como autoestima media o relativa
que oscila entre sentirse apto o no, valioso o no. El individuo que presenta
una autoestima media se caracteriza por disponer de un grado aceptable de
confianza en sí mismo. Sin embargo, la misma puede disminuir de un momento a
otro, como producto de la opinión del resto. Es decir, esta clase de personas
se presentan seguros frente a los demás aunque internamente no lo son. De esta
manera, su actitud oscila entre momentos de alta autoestima (como consecuencia
del apoyo externo) y períodos de baja autoestima (producto de alguna crítica).
Asimismo, en ocasiones pueden reconocerse casos de autoestima inflada,
la cual no debe confundirse con la autoestima alta porque se trata de personas
que tienden a realzar de forma exagerada sus cualidades y llegan al extremo de
adorarse y creerse superiores al resto.
¿CÓMO MEJORAR LA AUTOESTIMA?
Es necesario conocer cómo
funcionamos, es decir, cuáles son nuestras fortalezas, aspectos positivos y
cuáles son nuestras limitaciones. A partir de esta valoración, decidiremos qué
aspectos deseamos mejorar y cuáles reforzar. El plan de acción para cambiar
determinadas características debe ser realista y alcanzable en el tiempo. Es
importante tener en cuenta que hay características que tendremos que aceptar y
con las que convivir, intentando sacar partido y ver su aspecto positivo.
Fundamentos para construir una buena
autoestima
EVITA
|
FOMENTA
|
No autorreflexión
Culpa
Autocomplacencia
Crítica destructiva
Egocentrismo
Pensamiento irreal
Introversión
|
Reflexión consciente
Responsabilidad
Capacidad crítica
Crítica constructiva
Empatía y Solidaridad
Pensamiento realista
Extroversión
|
Claves para ganar autoestima
- No idealizar a los demás.
- Evaluar las cualidades y defectos.
- No centrarse únicamente en los defectos.
- Cambiar lo que no guste.
- Controlar los pensamientos negativos.
- Dejar de infravalorarse y de compararse con los demás.
- Aprender a decir “no”.
- Fiarse del propio criterio.
- Tomar las riendas de la propia vida.
- Afrontar los problemas sin demora.
- Aprender de los errores.
- Mimarse y dedicar tiempo a su persona.
- Darse permisos.
- Practicar nuevos comportamientos.
- No exigirse demasiado.
- Dejar que los demás ayuden.
- Tomar conciencia de las necesidades.
- Hablarse mirándose al espejo.
- Sonreír a la vida y a los demás.
- Aceptar el propio cuerpo.
- Cuidar la salud.
- Disfrutar del presente.
- Ser independientes.
- Fomentar los contactos humanos.
Tratamiento psicológico
Con el tratamiento en autoestima el sujeto aprenderá a
manejar los pensamientos, emociones y sensaciones que le hacen verse de manera
negativa y le producen sufrimiento en su día a día.
En la mayoría de los casos, esta terapia se combina con el
entrenamiento en habilidades sociales que ayudan al paciente a eliminar algunos
déficits que pueden encontrarse en la base de su baja autoestima.
En algunas ocasiones, la baja autoestima actúa
interaccionado con otros factores, facilitando el desarrollo de una patología
específica (ansiedad, depresión, fobias, etc.). En este caso, además de la baja
autoestima habrá que tratar el problema psicopatológico.
Mª Concepción Torres Gutiérrez
Psicóloga
Col: Nº AN-07028
Col: Nº AN-07028
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